Gatika se moviliza contra el megaproyecto de interconexión eléctrica con Francia porque implicará «una subida notable en la factura eléctrica de los consumidores»

La plataforma Interkonexio Elektrikorik ez!, de la que forma parte Ekologistak Martxan, presentó ayer en la Ekoetxea una manifestación que tendrá lugar este viernes, 24 de junio a las 19:00 horas en Gatika. La movilización tiene como fin protestar contra el megaproyecto de interconexión eléctrica con Francia, por el golfo de Vizcaya. en este sentido, el objetivo del acto ha sido hacer un llamamiento a la ciudadanía para que participe en la misma y desmentir los datos ofrecidos por Red Eléctrica de España para defender el proyecto.

Este es el texto íntegro del comunicado:

Ya han pasado 5 años desde que se presentara públicamente el proyecto de interconexión eléctrica España-Francia por el Golfo de Bizkaia, un cable submarino que pretende aumentar la capacidad de conexión eléctrica entre el sistema eléctrico español y francés. Lejos de cuestionarse este faraónico proyecto innecesario, injusto e impuesto, la actual situación derivada del conflicto en Ucrania ha sido utilizado interesadamente por parte de la promotora, Red Eléctrica de España, para insistir en la necesidad del mismo, justificando, en ausencia de datos, su contribución a aumentar la penetración de electricidad renovable, reducir los costes de la electricidad y asegurar el suministro. Sin embargo, a poco que atendamos a los datos oficiales y a la naturaleza del sistema eléctrico, estos beneficios serían cuanto menos cuestionables.

En cuanto a la contribución del proyecto a aumentar la penetración de electricidad renovable, previamente es preciso atender a cómo se está realizando la transición energética en el Estado. Frente al modelo habitual en países como Alemania o Dinamarca, basado en el autoconsumo, la producción renovable en el Estado, se caracteriza en la ominosa figura del megaproyecto energético renovable: desarrollos basados en miles de hectáreas de fotovoltaica y molinos que superan los 200m de altura. Solo con los permisos actualmente en tramitación, pasaríamos a producir con energías renovables 200GW, más de 4 veces la demanda máxima histórica, lo que muestra un claro objetivo de exportar la mayor parte de esta producción. De hecho, la interconexión serviría para dar soporte a este plan, tal como se anunciaba desde el Gobierno de España hace un par de meses.

Más allá de evaluar los tremendos impactos de este modelo y el conflicto con otros usos del suelo, es necesario señalar que, según los datos oficiales presentados por la promotora del proyecto, el 40% de la energía renovable que permitiría integrar, se perdería en forma de calor a lo largo del sistema de transporte europeo. Es decir, difícilmente podemos hablar de transición sostenible si por cada dos molinos eólicos, uno se dedica casi enteramente a hacer frente a las pérdidas asociadas a transportar la electricidad que genera.

En relación a la capacidad del proyecto para reducir los costes de la electricidad es necesario hacer una serie de consideraciones. En primer lugar, el proyecto se presentó con un presupuesto inicial de 1.750 millones de euros que, en palabras de la propia promotora, supondría una vez en operación un aumento de la parte fija de la factura eléctrica de un 3.5%. Solo hasta el día de hoy el presupuesto se ha incrementado un 20% y amenaza con seguir subiendo, dado el actual incremento de los costes materiales y demás suministros. En segundo lugar, la promotora habla de que el proyecto permitirá reducir la parte variable de la factura, el término de la energía. Sin embargo, la ley de la oferta y la demanda nos dice justo lo contrario. Al permitir aumentar el número de consumidores de la energía renovable que se producirá en el Estado, el precio de la electricidad se verá reducida para los países que importan la energía, pero incrementada para los la exportamos. Es decir, en el Estado, el proyecto contribuirá claramente a aumentar tanto el término fijo como el variable de la factura eléctrica de los consumidores.

Finalmente, si bien se habla de aumentar la seguridad de suministro, los últimos acontecimientos nos han demostrado cómo la condición de isla energética, lejos de aumentar la fragilidad de nuestro abastecimiento eléctrico, supone un blindaje respecto a futuros problemas de suministro. De hecho, parece paradójico intentar incrementar la resiliencia de un sistema eléctrico mediante el desarrollo de un sistema basado en unos pocos cables de gran capacidad, cuando parece mucho más razonable apostar por una red distribuida de menor tensión, en la que la energía puede fluir entre dos puntos por diversos caminos.

Todo esto sin considerar los tremendos impactos que el proyecto tendrá sobre la salud de las personas, el medio natural y las actividades socioeconómicas de los territorios. Es necesario emplazar a las administraciones y a las autoridades competentes a poner freno a estos megaproyectos que nos llevan a una transición que prioriza el beneficio privado por encima de los intereses de la ciudadanía. Ante el modelo de los megaproyectos, urge plantear un modelo de transición energética distribuido, eficiente, justo y sostenible. Con este objetivo, queremos hacer un llamamiento a la sociedad civil a unirse a la convocatoria de manifestación programada para mañana 24 de junio a las 19.00 en la plaza de Gatika. Porque otra transición energética es posible y necesaria.

 INTERKONEXIO ELEKTRIKORIK EZ!

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