Ekologistak Martxan denuncia la destrucción de patrimonio natural en el proyecto de Iberdrola en Barakaldo y Trapagaran

  • El proyecto de Iberdrola para la ampliación de la faja libre de arbolado de la LAMT no incluye Estudio de Impacto Ambiental, a pesar de su afección a la flora y fauna de la zona contemplada
  • El tramo se ubica entre los municipios de Valle de Trápaga-Trapagaran y Barakaldo y afecta a ejemplares de varias especies de entre 10 y 50 años
  • La organización ecologista ha presentado alegaciones al proyecto

 

La organización ecologista ha presentado un total de 9 alegaciones al proyecto de IBERDROLA Distribución Eléctrica para la ampliación de faja libre de arbolado de la LAMT a 13,2 kV SC denominada ‘Beurko-Ugarte cto.2’, en los términos municipales de Valle de Trápaga-Trapagaran y Barakaldo. Según se recoge en el documento llevado a exposición pública, “en este proyecto no concurre ninguna de las circunstancias previstas en la legislación vigente que obliguen a someterlo a algún tipo de evaluación de impacto ambiental”. La justificación para la falta de dicha evaluación se basa en que el área afectada es de 0,51 Ha., “inferiores a 5 Ha. y que la superficie arbórea a talar no pertenece a área ambientalmente sensible”. Ekologistak Martxan, sin embargo, opina que los trabajos de tala y desbroce previstos “van a dañar los hábitats del entorno de la línea eléctrica, afectándolos muy negativamente y de forma significativa”.

El documento recoge una relación de las 8 especies principales detectadas, como son álamos, robles, avellanos, sauces, castaños, cerezos, encinas y fresnos, de los que existen numerosos ejemplares de más de 10 años, y muchos alcanzan los 50 años, “lo cual les presupone un porte considerable y una importancia y valor ecológico relevante en su ubicación”. Los ecologistas apuntan que en este tipo de intervenciones “se daña la biodiversidad al fragmentarse los bosques autóctonos de la zona y se pierden hábitats de interés para la fauna silvestre que los habita”. Además, el mantenimiento de estas masas arboladas es una medida recomendada para luchar contra el cambio climático y evitar los incendios. Por todo ello, solicitan la realización de un Estudio de Impacto Ambiental que incluya un inventario de la biodiversidad afectada por la ampliación del tendido, incluyendo flora y fauna.

La organización ecologista propone, además, que todas las líneas de media y alta tensión vayan soterradas, reduciendo así los impactos en el medio ambiente, y que se potencie la poda en altura, que permite que los ejemplares vivan, frente a la tala. Llama la atención que el proyecto, cuyo presupuesto es de 2.168,00 €, sólo tiene en consideración el uso de la tala como única medida de gestión. Ekologistak Martxan considera que dado el valor natural y la escasez de bosques (robledales y encinares) y árboles autóctonos, “la adopción de medidas concretas orientadas a la conservación al conjunto de los mismos resulta lógica y muy aconsejable”.

Para un correcto mantenimiento de los tendidos eléctricos, la organización ecologista pide que se forme correctamente a las personas encargadas de dicha tarea “para que los trabajos se realicen con la menor afección ambiental posible, dándoles la opción de realizar podas o trasplantes”. Es necesario apuntar también que la realización de las talas programadas incentiva la multiplicación de especies invasoras y su expansión. “Estas especies son las primeras beneficiarias de la eliminación directa de la vegetación, de ahí la importancia de limitar las talas y aprovechar en el mantenimiento para la eliminación de las invasoras presentes”, apuntan desde Ekologistak Martxan.

Asimismo, no puede olvidarse que “el árbol además de tener un valor medio ambiental que debe conservarse o ser repuesto, es también un bien público y a la hora de hacer las expropiaciones debe ser tenido en cuenta”. Ekologistak Martxan propone la plantación de árboles y arbustos de especies autóctonas en zonas cercanas como medida de compensación a la tala de los árboles debajo o en las proximidades de las líneas de alta tensión.

En cuanto al proceso por el que debe pasar un proyecto de estas características, consideran que el período de exposición pública, de 20 días, es “muy reducido para que personas y organizaciones afectadas presenten sus alegaciones” y que debería computarse, al menos, desde la comunicación al Ayuntamiento de Barakaldo y a otros posibles afectados por el proyecto. En este sentido, apuntan también que el desarrollo de estos proyectos debería conllevar consultas con otras administraciones, como ayuntamientos o la Agencia Vasca del Agua-URA.

 

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