Una investigación realizada por Ecologistas en Acción descubre fugas de metano en infraestructuras gasistas en Durango y Vitoria-Gasteiz

  • La organización ecologista exige mayor ambición en la reducción de fugas de metano y el abandono de los combustibles fósiles lo antes posible.
  • También advierten que la ampliación de la capacidad del gasoducto de Irun puede conllevar un mayor riesgo de fugas.

El mar Báltico burbujea a causa de las fugas detectadas en los gasoductos Nord Stream I y II que conectan Rusia y Alemania. Mientras, varias investigaciones empiezan a estimar el daño ecológico causado tanto a los ecosistemas marinos como al clima. Hay que recordar que el metano, principal componente del gas que aún utilizamos como combustible, tiene un potencial para aumentar el calentamiento global entre 84 y 86 veces superior al CO2.

Unos meses antes, en julio de 2022, Ecologistas en Acción salió a la caza de fugas de metano. Activistas equipadas con una cámara de visualización óptica de imágenes de gas (OGI), recorrieron el sistema de transporte de gas de Euskal Herria. Esta delegación pasó también por infraestructuras gasistas y petrolíferas en La Rioja, Castilla y León, Cantabria y Asturias.

En 10 de las 21 infraestructuras visitadas se observaron fugas de metano significativas, destapando uno de los secretos de la industria gasista y petrolera. Se han encontrado fugas en todo tipo de infraestructuras. Desde centros de transporte a estaciones de regulación y medición, mayoritariamente pertenecientes a la empresa Enagás, hasta en pozos petroleros abandonados en Burgos.

Las investigadoras de Ecologistas en Acción llaman la atención sobre la completa negligencia de gobiernos y empresas a este respecto. El centro de transmisión de Vitoria-Gasteiz, que visitó la organización ecologista, es especialmente preocupante ya que recoge algunos de los mayores eventos de emisiones documentados en este tipo de emplazamientos en toda Europa. Se encontraron emisiones continuas y de gran caudal procedentes de al menos 15 fugas: válvulas, tuberías, medidores. Además, hallaron equipos claramente rotos y oxidados. Los investigadores documentaron otras fugas incontroladas en tres emplazamientos de transporte de gas en Castilla y León, Asturias, Cantabria y La Rioja. Se trataba principalmente de fugas procedentes de válvulas y tuberías.

Por otro lado, cuando se han realizado esfuerzos por sellar estos pozos y controlar las emisiones, el equipamiento inapropiado de los operarios ha permitido que se les pasaran por alto importantes fugas.

El metano, además de alimentar la crisis climática, contribuye a la formación de ozono terrestre, pudiendo afectar a las poblaciones cercanas. Este tipo de ozono causa decenas de miles de muertes prematuras por problemas respiratorios y enfermedades cardiovasculares cada año.

Ecologistas en Acción advierte que la contaminación por metano en el sector del gas no está adecuadamente regulada y hay que tomar medidas para atajar las emisiones en el transporte de gas natural. La UE y los Estados miembros deben tomar medidas para reducir las emisiones en el sector del petróleo y el gas. Existen soluciones políticas sencillas y eficaces que pueden reducir rápidamente la contaminación por metano en estas industrias. Algunas acciones importantes que las administraciones pueden tomar, incluyen la exigencia a las empresas de llevar a cabo programas mensuales de detección y reparación de fugas en todas las instalaciones, además de una inspección anual por parte de las autoridades reguladoras.

Esto no quita la necesidad de una legislación que persiga y castigue prácticas que deberían estar prohibidas como el venteo en frío. Muchas infraestructuras, para aligerar la presión del sistema, liberan parte del gas quemándolo para que lo haga en forma de CO2, un mal menor cuando la alternativa es expulsar metano. Pero a veces las empresas operadoras realizan el venteo sin combustión, soltando este contaminante gas directo a la atmósfera. Esto se ha constatado en el centro de transmisión de Durango, en el País Vasco.

Euskadi como actor clave en la cadena europea de suministro de combustibles fósiles

A la luz del nuevo papel que está desempeñando Euskadi y el Estado español como proveedores de gas y petróleo para el resto de Europa, es especialmente urgente desarrollar una legislación fuerte para atajar y evitar las emisiones de metano de la industria fósil. Un ejemplo de esta apuesta es la apertura de una nueva estación de compresión de gas en Irun, Euskodour, que ha ampliado un 18% la capacidad de enviar combustible a Europa por gasoducto. Este mayor rol implica también nuevos riesgos: una mayor capacidad de compresión implica también más posibilidades de fugas.

Por otro lado, en el Estado español, cuenta con seis terminales de almacenamiento de GNL, que representan algo más del 35% de la capacidad actual de la Unión Europea y el Reino Unido. España también está a la cabeza de Europa en instalaciones de regasificación necesarias para convertir el GNL en gas utilizado en la red energética, con el 27% de la capacidad global del bloque. 

¿Un paso hacia el frente o una apuesta parcial?

En diciembre, la Comisión Europea daba a conocer su propuesta de medidas para controlar las fugas de metano en el sector energético, en el marco de la Global Methane Pledge; un reciente compromiso político que reúne a más de 100 países y que tiene como objetivo reducir sus emisiones de metano en un 30% para 2030. Ante dicha propuesta, Ecologistas en Acción ha presentado una batería de medidas para incrementar la efectividad del reglamento, que se encuentra en trámite para su debate en el Parlamento Europeo.

A la luz de los resultados de las investigaciones realizadas, la organización ecologista apremia al Gobierno Vasco, a la Comisión Europea y al Gobierno de España a tomar una posición fuerte a este respecto y esforzarse para implementar y desarrollar estas medidas. Sin embargo, recuerdan que, de avanzarse en ellas, solo se abordaría la mitad del reto. Hay una importante proporción de emisiones de metano que son importadas, ya que el 90% del gas fósil que se consume en la UE procede de países extracomunitarios. La UE, y en especial España, al fortalecer su papel como importador de gas, deben exigir estándares ambientales más altos a sus proveedores.

Ecologistas en Acción también advierte que las emisiones cero no son posibles. Eventos como el sucedido en el Nord Stream señalan que las infraestructuras gasistas no están exentas de accidentes, sean intencionados o no. En opinión de la organización ecologista, la mejor forma de reducir emisiones de metano es enfocarse en el abandono de los combustibles fósiles lo antes posible, y no seguir desarrollando infraestructuras para su transporte y extracción.

  • Twitter
  • Facebook