¡No a la caza furtiva!

Hace unos meses leímos en un periódico las peripecias de un guarda forestal. de alguna manera, lo que leímos nos animó a contar las vivencias de ese guarda forestal.

Para empezar, debemos decir que el título de nuestra carta es demasiado corto, porque creemos qué en este caso, sobre todo, hay dos infractores: los cazadores furtivos que utilizan prácticas ilegales (a los que me referiré más adelante); y por otro lado, la falta de honestidad y mala disposición de algunos políticos y funcionarios. Estos últimos también tienen su responsabilidad porque el 50% de las denuncias no van adelante desde la oficina, las han archivado o no inician el proceso correspondiente.

Para situar bien esta historia, debemos explicar que la labor de un guarda forestal suele ser la de cuidar la caza y la pesca, por lo que, para hacer bien su trabajo, debe denunciar cuando vea una infracción legal. Otra cosa es cómo los infractores se toman estas denuncias, por ejemplo, el guarda forestal nos cuenta que le pegan un tiro o le amenazan con quemarle la casa del pueblo.

El relato comienza cuando el guarda forestal denuncia a dos cazadores furtivos en 2018. Claro que a raíz de esa denuncia, podría llegar a juicio; pero en esa diligencia, el jefe de Montes de la Diputación Foral admitió haber falsificado una serie de documentos con un objetivo: que quedaran sin castigo los cazadores furtivos.

Nosotros no somos jueces, por tanto, no vamos a decir qué tipo de castigo merece ese funcionario; pero creemos que la falsificación de documentos es un delito grave, al menos de prevaricación, en nuestra opinión. La prevaricación se produce cuando un funcionario público incurre en conducta o conducta ilícita a sabiendas de su injusticia.

En otro caso, hay dos guardas forestales implicados. Estos dos guardas forestales están implicados en la captación de diferentes animales de corzo, jabalí, ciervo, etc. y en la aportación de información a los cazadores (para conseguir bonitos trofeos). Además, por si esto no fuera poco, una noche en un descapotable 4X4, con un foco, estos dos guardas forestales fueron sorprendidos cazando con los otros dos cazadores y con un rifle con silenciador. Este hecho nos recuerda una expresión: «En tu gallinero no pongas un zorro como guardián». (Por eso hemos dicho antes que el título es demasiado corto, porque los culpables no son sólo los cazadores.

Todo lo que estamos diciendo va más allá, si estamos a favor o no de la caza, hoy no lo diremos; pero digamos que no compartimos la comprensión de esta actividad como una diversión. No podemos olvidar que por encima de estas leyes flexibles las personas pueden caminar con total impunidad. Así que lanzamos una pregunta al aire: ¿Dónde están esas sociedades de caza y pesca que tanto respetan la naturaleza? No dijeron nada.

Este guardabosque contó también lo siguiente: cazó a unos cazadores sin licencia, con escopetas de 5 tiros (que son ilegales), en lugar de llevar balas con cartuchos de postas; es decir, que se ajustan a las prácticas de los amantes de la naturaleza. Eso viene con ironía, sí.

Para terminar, podríamos hacer un alegato contra la caza que no vamos a hacer hoy, porque lo que recibió este guarda forestal fue muy grave, por querer hacer bien su trabajo, tuvo que aguantar desde expedientes hasta tener tratamiento psicológico. Mientras, los cazadores furtivos tienen toda la protección y hay funcionarios que no cumplen con su trabajo, ¿para quién son las leyes?

Por nuestra parte, sólo nos queda mostrar nuestro apoyo y solidaridad a esos trabajadores que intentan hacer bien su trabajo en beneficio de la naturaleza y superando todos los obstáculos que se encuentran en el camino.

Oh.: según nos informaron, el diputado de Agricultura indicó que este funcionario (jefe de Montes de la Diputación) será despedido de ese puesto. La Fiscalía le pedía 3 años de cárcel, por lo que llegó a un acuerdo con la Fiscalía.

Piter Encinas e Igor Urizar, miembros de Ekologistak Martxan Gipuzkoa.

 

  • Twitter
  • Facebook