Llevan la protesta hasta la incineradora de Zubieta el 14 de mayo para denunciar que las autoridades no cuentan la verdad

El Movimiento Contra la Incineradora de Gipuzkoa ha hecho un llamamiento a la ciudadanía guipuzcoana para que se reúna junto a ellos el sábado 14 de mayo al paseo que realizarán desde Lasarte-Oria hasta la incineradora de Zubieta. La convocatoria, encabezada por la denuncia «de la incineradora de Zubieta, qué no nos dicen», ha sido realizada junto a los EAM por Donostia Bizirik, Eguzki, Ekologistak Martxan y Greenpeace.

En la convocatoria de este año planteamos la siguiente pregunta: ¿Qué nos dicen de la incineradora de Donostia?. De hecho en la incineradora de Zubieta ya está ocurriendo, lamentablemente, lo que los expertos y el movimiento popular anunciamos que iba a suceder. La incineradora no ha solucionado el problema de los residuos; al contrario, lo ha agravado, pues la contaminación que la combustión de residuos provoca en Zubieta y alrededores, es el pan de cada día. Y aunque las autoridades no nos lo digan, las emisiones que genera la incineración se están extendiendo en un entorno muy amplio. Porque además de las múltiples emisiones a la atmosfera que contaminan el medio ambiente, empeorando la salud de los ciudadanos y agravando el cambio climático, desde Zubieta se ha organizado un verdadero plan de turismo para las basuras, con muchos miles de toneladas de residuos a Nafarroa, Bizkaia y Castilla a base de ir esparciendo escorias y cenizas tóxicas generadas en la incineración.

Los gestores de la incineradora y las autoridades de la Diputación Foral de Gipuzkoa y del Gobierno Vasco nos ocultan a los ciudadanos una serie de cuestiones incómodas:

  • No nos dicen qué cantidad de CO2 por tonelada de residuos quemados emiten al aire los hornos de Zubieta. Y es mucho CO2, que acelera aún más nuestra crisis climática.
  • No nos dicen que el 23% de todos los residuos incinerados en Zubieta -casi la cuarta parte de todo lo introducido en los hornos- son escorias, que luego se envían a las fábricas de cemento de Arrigorriaga, Lemoa y Añorga, que las mezclan en el cemento y las dispersan por el mundo.
  • No nos dicen que las cenizas tóxicas recogidas en los filtros de las chimeneas, calificados como residuos peligrosos, suponen el 3% del total quemado. Y tampoco hacen mención alguna, a su envío a Castilla.
  • Las autoridades nos cuentan que en el 2021 de las 138.000 toneladas de basuras mezcladas –fracción rechazo– llegadas a la TMB se han recuperado 6.380 toneladas; pero hacen la vista gorda a otras 90.000 toneladas de residuos reciclables que han ido a cremar a los hornos. Entre ellas, 60.000 toneladas de residuo orgánicos sin separar, mezcladas en la fracción resto y llevadas a incinerar a Zubieta.
  • No nos dicen, nos ocultan, que los hornos de la incineradora de Zubieta están, sobre todo, para quemar residuos reciclables: y es que la mayor parte de lo que se incinera ahí, el 65%, es reciclable.
  • Y referente al residuo orgánico… Es sabido que la materia orgánica recogida selectivamente en muchos municipios de Gipuzkoa, es de una gran calidad, sin apenas impropios. Para después mezclar en la planta de biometanización de Zubieta ésa materia orgánica excelente con una materia orgánica de mucha peor calidad recogida en los municipios que cuentan con sistemas de recogida selectiva lamentables. No dicen nada a éste respecto, se lo guardan, echando a perder una materia orgánica de gran calidad para la elaboración de un excelente compost, seleccionado exquisitamente por muchos ciudadanos y recogido por los municipios con sistemas de recogida selectiva eficaces.
  • El llamado ‘digestato’, miles de toneladas de resto de orgánico que salen de la planta de Zubieta una vez biometanizados, no los compostan: los envían a una planta de Artajona en Nafarroa, pero de esto tampoco nos dicen nada las autoridades.
  • No nos dicen que aunque el 87% de los residuos urbanos generados en Gipuzkoa son reciclables, sólo se recicla el 55%. Lo que evidencia que las inversiones deben destinarse a establecer sistemas de recogida selectiva reales y eficientes, y no a construir grandes plantas de incineración para quemar residuos reciclables.
  • Ningún comentario respecto a Donostia, la capital de Gipuzkoa, que sigue anclada desde 2019 en un escaso 42% de recogida selectiva, muy lejos de alcanzar la tasa de reciclaje del 50% fijada por Europa para 2020.
  • Del mismo modo que a la ciudadanía no se le dice que Donostia con su nefasto sistema de recogida selctiva, sigue arrojando cada año más de 20.000 toneladas de residuos orgánicos mezclados en el contenedor del rechazo.
  • La Directiva Europea de Residuos de 2018 establece que para 2020 se debía haber reducido en un 10% la generación de residuos en Gipuzkoa, sobre los resultados del 2010. Gipuzkoa está muy lejos de alcanzar este objetivo, pero las autoridades no nos lo dicen. Ni tampoco que en Gipuzkoa la generación de la fracción resto ha aumentado en 2021, con la incineradora de Zubieta ya en marcha.
  • ¡Ultima hora! Los dos hornos de la incineradora están parados desde el 26 de abril debido a problemas técnicos. No sabemos caules son los problemas, cuanto tiempo permanecerá la parada, ni qué es lo que hacen con las basuras. Todo esto tampoco lo dicen.

Resumiendo. Tanto las empresas que gestionan los residuos como las autoridades de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco dilapidan grandes cantidades de dinero en comunicación, publicidad y propaganda para hacer ‘greenwashing’ –blanqueo de imagen– de las gigantescas infraestructuras construidas en Zubieta. Se llenan la boca de ‘Economía Circular’, de ‘hacer frente al cambio climático y a la crisis energética’. Pero en realidad ocultan a la ciudadanía que el modelo de residuos que promueven en Gipuzkoa  realmente es un despilfarro de energía, dinero público y salud ciudadana. ¿Qué ‘Economía Circular’? Autoridades del PNV-PSE: en vuestro modelo lo que realmente es circular es el camino que recorren los dineros públicos hasta algunos bolsillos privados.

 

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