Ciudades a 30 km/h, algo más que un capricho

Entrevista a la comisión de transportes de Ekologistak Martxan de Bizkaia

Plantear una ciudad a 30km/h es asociarlo a una política más justa de movilidad donde la distribución de las cargas y de los beneficios ambientales y sociales (especialmente entre los colectivos más vulnerable, ancianos, niños discapacitados…) hacen que se distribuyan de forma más igualitaria entre el conjunto de la población.

En el verano de 2011, el Parlamento Europeo discutió el Informe sobre seguridad vial 2011-2020. Uno de los debates sobre la mesa era la necesidad de extender el límite máximo de 30 km/h por hora en las ciudades europeas. Aquella sesión, a la que asistió la Alemana Heike Aghte, fue el germen del movimiento ciudadano que ahora reclama instaurar esa velocidad en todas las zonas residenciales urbanas de la Unión Europea.

¿Cómo surgió la idea de presentar la Iniciativa Ciudadana Europea?

El Parlampantaila-argazkia5ento Europeo aprobó por gran mayoría el Informe sobre seguridad vial. Era una señal muy fuerte y se necesitaba otra señal más. Había que convencer a la Comisión Europea para que aprobara la propuesta de los 30 kilómetros por hora. Y esa fuerte señal podía ser la ICE [Iniciativa Ciudadana Europea], Se requiere un millón de firmas es mucho. No es simplemente conseguir las firmas. Es aún más difícil, porque deben ir acompañadas de muchos datos privados y a nadie le gustan esas cosas. Además, estamos obligados a usar un software especial para registrar las firmas y el formulario es bastante complicado y tecnocrático, por lo que la gente podría no firmar porque necesita mucho tiempo para hacerlo correctamente. Si no se hace bien, la Comisión Europea podría invalidar la firma.

Esta campaña a nivel estatal están involucrados grupos como Ecologistas en Acción, A pie, Conbici, Stop Accidentes…, en Euskadi, Ekologistak Martxan, Biziz bizi, Sagarrak

 ¿La sociedad civil reclama verdaderamente limitar la velocidad en las ciudades?

No creo que una mayoría de ciudadanos pida limitar la velocidad a 30 km/h de manera inmediata. Lo sabemos porque siempre sucede lo mismo: antes de implantar los 30 por hora en una zona o en una calle, siempre hay oposición.

También es importante recordar que el debate de ciudades 30 km/h, va más allá, de ser un hecho anecdótico, dicha campaña nos ayuda a reflexionar sobre la forma como nos desplazamos en el medio urbano. La renta económica, el género, la edad, son las variables, que mejor explican, cómo los ciudadanos resuelven sus necesidades de movilidad, especialmente los colectivos más vulnerables. En el 2011, un 14,6% de la víctimas de accidente tenía menos de 15 años y un 27% más de 65 años, ambos colectivos se caracterizan por su vulnerabilidad. Entre ambos constituyen el 41,6% de los accidentes.

 Además de la campaña en Internet, ¿qué otras iniciativas van a poner en marcha?

La campaña consta de tres fases, una primera que empezó en el “Bizikleta Eguna” el pasado 10 de Mayo, la segunda gira en torno al día del” Medio Ambiente (5 de junio),que se reflejará en una salida a la calle el 8 de junio con una acción (llenar la Gran Vía de carteles de la campaña) y colocando mesas para recoger firmas. Por último en septiembre en la “Semana de la Movilidad”, se presentara en los ayuntamientos propuestas para que se desarrollen “calles 30” en cada municipio.

¿Qué razones hay para en la ciudad en sus zonas residenciales la velocidad no exceda de 30 km/h.?

Podemos hablar de cuatro razones fundamentalmente. La primera, está vinculada a los colectivos vulnerables (ancianos, niños, discapacitados. Al reducir la velocidad se reduciría el número de personas atropelladas cada año en nuestras ciudades y la gravedad de las lesiones. Al reducir la velocidad de 50 km/h a 30 km/h baja sustancialmente la distancia necesaria de frenada, desde los 53 a 36 metros. Esto significa que las posibilidades de morir en un atropello pasan de un 45% a tan solo un 5%, es decir, 9 veces menos. En seguridad vial urbana es básica la regla en función de la cual el fallecimiento del peatón se produce en función de la velocidad del vehículo de motor: a 80 km/h fallece el 95% de los peatones atropellados, a 50 km/h el 50% y a 30 km/h el 5%.

La segunda razón es que se favorecerían los modos más sostenibles, como la marcha a pie y en bicicleta. La mayor disuasión en nuestras ciudades para que las personas anden o vayan en bicicleta no es otra que el peligro provocado por la circulación a velocidades elevadas.30 1

La tercera, sería una reducción de la contaminación acústica. El ruido provocado por los automóviles y –gracias a la mayor proporción de desplazamientos a pie o en bicicleta y de las menores aceleraciones de los automóviles– se reduciría la contaminación del aire de las ciudades y la emisión de gases de efecto invernadero. La reducción del nivel de ruido mediante el límite de 30 km/h es de 3 decibelios, según el consejo medioambiental SRU. El 80% de la contaminación acústica de nuestras ciudades viene causada por el tráfico rodado. Los datos oficiales indican que el 74% de la ciudadanía del Estado español está expuesta a niveles sonoros superiores a 55 decibelios producidos por la circulación. Dos de cada tres residentes en ciudades españolas medias o grandes viven en ambientes sonoros considerados inaceptables.

Por último, se reduciría el consumo de combustible, lo que implicaría una mejora en nuestro balance comercial y un ahorro en recursos financieros que se podrían dedicar a otros fines sociales. En 2011 las compras de petróleo supusieron el 63,1% del total del saldo comercial del país en 2011, frente a un 43,5% en 2010, de las que más de la mitad fueron gasóleos, mayoritariamente para automoción. Resulta evidente que si se redujera el uso del el automóvil (el medio de transporte más ineficiente) a favor de los modos no motorizados, se ahorraría.

Aunque el límite oficial actual sea de 50 km/h, resulta peligroso circular a velocidades superiores a los 30 km/h. Un límite general evitaría circulaciones peligrosas, favoreciendo un cambio de actitud en los conductores al asumir que no se debe superar nunca ese tope. Es, en definitiva, un límite ejemplarizante.

Establecer una limitación de velocidad de 30 km/h es una manera económica de mejorar la seguridad, rebajar la contaminación y estimular el uso de mejores modos de transporte. Esta medida conducirá a mejorar el tráfico y aliviar la congestión. Las personas podrán desplazarse sin miedo.

¿Cómo se puede participar?

Se puede participar de dos formas, apoyando la propuesta firmando en la siguiente dirección http://es.30km/h.eu o apuntándote a trabajar con algunos de los grupos que están realizando la campaña.

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