En relación a la construcción prevista del parque eólico Artzentales-Sopuerta, Ekologistak Martxan ha presentado un documento con una serie de observaciones referidas al alcance de la evaluación de impacto ambiental (EIA) de dicho proyecto.
La asociación ecologista insta al Gobierno vasco a terminar y aprobar el Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables (PTS). Previa a la concesión de los permisos para la construcción de proyectos de energías renovables, Ekologistak Martxan demanda que se desarrolle un Plan Territorial Sectorial (PTS) de energías renovables que defina tanto las necesidades energéticas como las localizaciones adecuadas, «instalando las plantas renovables en zonas con baja sensibilidad ambiental». Así, según esta normativa, la instalación de parques eólicos estaría prohibida en “zonas naturales protegidas ambientalmente”.
Y en esta línea, el colectivo pide que se aproveche la elaboración del PTS de energías renovables para impulsar el desarrollo de estas fuentes energéticas teniendo en cuenta “la capacidad de acogida de cada territorio y las vulnerabilidades propias de los valores ambientales de cada tipo de energía renovable”. Al mismo tiempo reclama que «no sean sólo las empresas las que decidan la instalación de los molinos en función de sus intereses».
Otro aspecto que rebate la asociación ecologista se refiere al tamaño de los molinos previstos en esta zona natural. Según explican, le proyecto incluye un modelo de aerogenerador de 115 metros de altura y 6,2 MW de potencia unitaria como opción de mayor potencia. Se trata de aerogeneradores, que según la asociación son “muy agresivos para la fauna”, ante lo cual el colectivo demanda la construcción de molinos “mucho más pequeños que no provoquen dicha afección”, señalan.
Junto estas observaciones, Ekologistak Martxan pone de relieve que la zona prevista para la instalación del parque en Artzentales, se encuentra ubicado muy próximo a “muchas zonas protegidas y un corredor ecológico” que, según detallan “ahora no está incluido en los mapas del PTS y nosotros hemos pedido que se incluya”, completan.
Una cuarta cuestión hace referencia al hexafloruro de azufre que contienen las subestaciones prevista a construir en el parque. “Es un gas de efecto invernadero, muy usado en el sector eléctrico pero con un gran impacto en el medio ambiente y capaz de generar una emisión de 23.500 kg de CO2”. Por eso, la asociación exige que se haga un estudio de impacto sobre este tipo de gas.
A este tipo de afecciones contra el medioambiente, la agrupación ecologista une el efecto negativo que tendría la puesta en marcha de este tipo de instalaciones eólicas renovables sobre la fauna y flora de la zona.
En este enlace puedes descargar el documento completo.
