5 de junio: Día Mundial del Medio Ambiente

Ekologistak Martxan exige la declaración del estado de emergencia climática al conjunto de administraciones con responsabilidades de gobierno.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, Ekologistak Martxan exige a los futuros ayuntamientos, Diputaciones Forales, gobiernos de Euskadi y de Navarra y a la Unión Europea, la declaración del estado de emergencia climática y que actúen en consecuencia. Tanto la urgencia como la gravedad de la situación climática y ecológica, exigen una actuación rápida y contundente para evitar los peores escenarios indicados por la ciencia.

El conjunto de los seres vivos y de los ecosistemas del planeta, se encuentran en grave peligro; actualmente, hay 1 millón de especies amenazadas y las temperaturas globales continúan ascendiendo, según recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES y sobre el calentamiento global del IPCC; en este sentido, evitar que la temperatura global se eleve por encima de 1,5 °C debe ser una prioridad de la humanidad. Es necesario reducir con carácter urgente las emisiones de CO2eq (equivalente de carbono), reajustando la huella ecológica a la biocapacidad del planeta.
Ekologistak Martxan exige que las distintas administraciones con responsabilidades de gobierno, estén a la altura adoptando las medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero neto las emisiones de gases de efecto invernadero.

También se está al borde de un punto de no retorno frente al cambio climático. No responder ante la crisis ecológica y civilizatoria supondría la muerte de millones de personas, además de la extinción irreemplazable de especies imprescindibles para la vida en la Tierra.
Lograr estos objetivos requiere necesariamente de:
Verdad. Que los gobiernos digan la verdad acerca de lo urgente que es nuestra situación actual, admitiendo el diagnóstico de la comunidad científica. Los medios de comunicación tienen un papel fundamental para transmitir esa realidad.
Compromiso. La declaración de emergencia climática debe acompañarse de compromisos políticos reales y vinculantes que garanticen reducciones ambiciosas, -superiores al 7 % anual,- de las emisiones gases de efecto invernadero y la detención de la pérdida de biodiversidad.
Acción. Abandonar los combustibles fósiles, apostar por una energía 100 % renovable y reducir a cero las emisiones netas de carbono lo antes posible. Demandamos que los gobiernos analicen cómo lograr este objetivo y propongan los planes de actuación necesarios, frenando el desarrollo de nuevas infraestructuras muy demandantes de energía, como el Tren de Ata Velocidad, la ampliación de la autopista Supersur, la construcción de la incineradora de Zubieta o la paralización de la de Zabalgarbi.
Democracia. La justicia y la democracia deben ser pilares fundamentales de todas las medidas que se apliquen. Se deben crearse mecanismos adecuados de participación y control por parte de la ciudadanía.
Adoptar medidas urgentes para frenar la extinción masiva de especies y para acabar con la pérdida de biodiversidad, la especulación financiera de la naturaleza, el extractivismo insostenible… Estamos deforestando los bosques, destruyendo los deltas, las marismas, los arrecifes de coral y contaminando los océanos, los ríos, agotando los acuíferos. Nuestra supervivencia depende de que estos ecosistemas perduren.
Realizar un giro de 180 grados en las políticas comerciales internacionales, acabando con la firma de tratados de comercio e inversión que ahondan la problemática del aumento de gases de efecto invernadero.
Atendiendo a los criterios de justicia climática, deberán ser países enriquecidos como los europeos los que deban adquirir unos compromisos mayores en la lucha contra el cambio climático.

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