La cumbre de París no sólo se caracterizó por el pobre resultado que tod@s preveíamos. Días antes ocurría uno de esos atentados que conmocionan al mundo. No importa que pese a la tragedia que supuso, similares atentados se suceden por el mundo. Sobre todo, casualidad, en esos países intervenidos por las potencias occidentales en su control por los recursos, sobre todo energéticos. Esta vez le toco en Francia, que se aprovecho a través de su petrolera Total en el reparto del petróleo iraquí tras la guerra (antes ya había estado desde el inicios de su extracción), que bombardeo Libia, que movilizó su ejército en Mali para controlar el uranio de Niger, y que recientemente había bombardeado también Siria.

El hecho como decimos cobró una trascendencia desmedida, correspondiente a la hegemonía que Europa ostenta a nivel político, económico y energético en el mundo. No obtuvieron la misma atención atentados de aquel día en Líbano o Nigeria. Ni posteriores. Ni mucho menos la desmedida réplica francesa bombardeando Líbano.

Tampoco lo obtuvo el desastre acontecido una semana antes en Brasil donde una represa de la transnacional minera Vale se rompía llevándose por delante un pueblo e inundando kilómetros de lodos contaminados. Los muertos fueron 17 con varios desaparecidos y no identificados, incluidos niños. Unas 300 personas perdieron sus hogares, huertas y cultivos, y toda la infraestructura correspondiente al pueblo. Este ha sido el peor desastre ambiental minero de Brasil. Luego las aguas y lodos contaminados de metales pesados destruyeron todo vestigio de vida en el Rio Doce y sus orillas, y afectando la playa en su desembocadura, una importante área de corales.

Mientras además el gobierno francés utilizaba los atentados como escusa para cercenar la libertad de expresión y anunciaba que impediría toda protesta contra la Cumbre de Cambio Climático COP21. Días antes de los atentados, las embajadas recibían orden de impedir el acceso al país de activistas climáticos. El activistas eran detenidos tras acción en un banco.

La COP20 de Copenague permanece en la memoria no sólo por ser la más próxima en el tiempo, ni por el fiasco que supuso. Se recuerda por su represión inusitada, con decenas de detenidos, esposados, tendidos en el hielo. La de París prometía más de lo mismo. Pero ante ello sólo cabía una cosa: probar la voluntad generalizada de un cambio y tomar las calles, y esperar que ante la participación de miles de personas, el gobierno no tuviera más remedio que aceptarlo. Así fue. En realidad lo que temían era la presión de la gente, en su propio feudo. Ese era el porque de las prohibiciones, cierres de fronteras, detenciones… La primera detención ocurría a 3 semanas de la Cumbre en una protesta contra Société Générale en Burdeos por su financiación del cambio climático (Ya se han realizado 20 acciones sustrayéndose un total de 109 sillas).

El 14 de noviembre se había convocado el primer día de acción internacional contra el Cambio Climático (porque es algo real y sus responsables tienen nombre y apellido). En París fueron detenidos más de trescientos manifestantes. La policía utilizó gases lacrimógenos y golpearon con sus porras. Ante ello sólo quedaba seguir y ver si el gobierno continuaría con prácticas democráticas cuando estaba en el punto de mira de todo el Planeta.

En Madrid se manifestaron más de 15.000 personas.

Aquí por su parte, se realizó una gran manifestación en Bilbo gracias al confluir de los distintos grupos que organizaron el Aternatiben Herriak, bajo el lema «Sistema aldatu , ez klima! – Baditugu Alternatibak». Nos alegramos que tenga continuidad. La manifestación partió de Iberdrola una de las principales causantes de Calentamiento Global en el estado y con sede en Bilbo.

Un día antes Tom Kucharz (Ecologistas en Acción) relacionó elocuentemente ante una concurrida sala la conexión entre Cambio Climático y TTIP (repetiría la charla en Basauri). la semana después Ekologistak Martxan organizaba una conferencia sobre transiciones energéticas y Cambio Climático con varios ponentes internacionales y locales. Entre las muchas propuestas y reflexiones, nos quedamos con la que la red de resistencia a las actividades petroleras Oilwatch llevaba a París y que fue presentada por Alexandra Almeida (Acción Ecológica – Ecuador). El Anexo 0 incluiría territorios e iniciativas que habrían decidido dejar el petróleo y otros hidrocarburos fósiles en el subsuelo como solución (entre otras) al cambio climático.

En Donostia también hubo una concentración en la que confluyó la convocatoria de unas niñas y los actos organizados con motivo de la llegada de la marcha ciclista Soluciones al Cambio Climático (http://solucionescambioclimatico.org) entre varios grupos incluidos Ekologistak Martxan y locales como Kalapie. Incluimos el comunicado de estas chavalas porque son voces esperanzadoras. El 6 de diciembre ambientaban una playa en Iruñea para alertar sobre el cambio climático.

Pero sin duda fue en París donde ocurría el mogollón, donde la ciudadanía recuperaba su espacio, donde se tomaban las calles, donde se abarrotaban recintos para discutir y proponer alternativas… El ZAC o Zona de Acción por el Clima fue el espació que acogió todas estas actividades en el Centquatre de París. Ahí estuvo Naomi Klein, ante miles (¡se acuerda alguien de Al Gore?). Su último libro versa sobre el cambio climático, pero el anterior lo hacía sobre la Doctrina del Shock. Fue ella misma la que criticaba al gobierno francés de eso en concreto, de utilizar los ataques para desmovilizar a la sociedad. También estuvieron allá activistas de Ekologistak Martxan y Ecologistas en Acción para inspirarnos de semejante respuesta, de los debates y sobre todo en la calle, de esa gente que no pierde la perspectiva y no se amilana. pese a estar prohibidas tres manifestaciones tuvieron lugar, la principal partiendo del Arco del Triunfo y secundada por miles. L@s organizador@s calculan eran 30.000. El gobierno desplegó 2000 policías.

Mientras muchas personas fueron anulando sus viajes y acomodación. Pero muchos otros no dudaron. Allá fueron l@s compas de la Marcha Solución (la que plagió IberTrola!!). Tod@s aquell@s que venían desde Valencia, Madrid y demás sitios y a los que se sumaron otros tanto a su paso por Euskal Herria. La noche previa esa era la intriga: ¿permitiría la Gendarmerie el paso del pelotón? Y ante ello las opciones         de rigor: ir en tren, o pasar de uno en uno… Ante todo hace falta determinación. La marcha pasó. Y no sólo eso: llegaba a París el 10 de diciembre. Ese día París era tomada por bicis, no sólo llegados del estado sino del resto de Francia, de los Países Bajos, de Dinamarca, de Alemania, del Reino Unido, de Noruega (vía UK) y de Rumanía. No se vio a los ciclistas de Iberdrola. El 12 se celebraría junto a las distintas manis una Vélorution (Masa crítica ciclista) (el 5 hubo otra). Ese día miles de ciclistas demostraban con su experiencia que otras formas de locomoción son posibles.