El pasado 29 de agosto se celebró el IV Día del Ega en Murieta; más de 400 personas acudieron para defender el equilibrio hídrico de la cuenca del Ega, o dicho de otra manera, exigir el debido respeto a la cuenca del Ega, no sólo a sus aguas, flora y fauna, sino a toda una forma de vida y de entender el territorio de las gentes que lo habitan. Allá se congregaron vecinas y vecinos, agricultores/as, ecologistas e incluso representantes de la sociedad en las instituciones…

En medio de la cultura capital ista y de la sociedad de consumo, de la ideología del  crecimiento y el hormigón… ¿Cómo han llegado todas estas personas a acudir al espacio público a defender… un rio!?

Remontémonos a finales del siglo pasado… tal como nos contaba el pasado mes de julio en el consistorio de Antzin, Iñaki Antigüedad y Ane Zabaleta (profesores de hidrogeología en la UPV) el Gobierno de Navarra realizó un primer estudio sobre la  cuenca del Ega en el año 1998. Una preciosa foto del funcionamiento de las aguas en esta cuenca de Lokiz, un gran volumen de aguas subterráneas en movimiento, desde Lokiz y Codés por debajo de Mendaza y Piedramillera hasta alimentar el río Ega en Antzin y Murieta. Y es que cuanto más se conoce el territorio más se aprecia… resulta realmente bello ese baile de las aguas desde el río al acuífero y viceversa, aguas limpias y lentas.

El mismo Gobierno de Navarra realizo un segundo estudio en el año 2005; en un área de estudio recortada alrededor del pueblo de Ancín se realizaron dos extracciones de “larga duración” (una semana) para concluir que no existe más que una “débil conexión” entre el río Ega y su acuífero y que, de cualquier manera, la extracción de agua en este punto no va a afectar al río. No se analizó la evolución de los caudales ni en el pozo ni en el río, ni siquiera se consideró el acuífero de Lokiz (unidad hídrica natural) como un todo; un estudio encaminado a una finalidad, la de justificar la extracción de aguas limpias subterráneas en Ancín.

Sin embargo, tal como han demostrado en su “Estudio de las series cronológicas en el río Ega” I. Antigüedad y M. Zabaleta, las extracciones de agua que se han estado elevando a cabo en la cuenca del Ega durante los últimos años están afectando la calidad del río. Al parecer, el año 2005, coincidiendo con el repentino aumento de volumen de extracción, fue el punto de inflexión que dio inicio a otro comportamiento hídrico de la cuenca y del propio río.

Actualmente el número de días con un caudal de aguas bajas es mayor que en el pasado; asimismo, ha disminuido el caudal de agua que el acuífero aporta al río aguas abajo de Antzin. Si bien durante el invierno el caudal medio ha aumentado levemente (debido posiblemente a la menor innivación), el caudal de primavera ya es ligeramente inferior al que fue, y el de verano y otoño ha disminuido drásticamente.

Los exiguos e interrumpidos datos de las estaciones de aforo durante los últimos años muestran que ni siquiera los años de mayor pluviometría son capaces de mantener el caudal natural del río.

¿Puede ser una tendencia natural consecuencia del cambio climático regional? El Estudio de los profesores de la UPV compara el caudal del Ega en Antzin con el Urederra en Barindano y el Irantzu en Grozin, demostrando que la tendencia del Ega en Antzin es diferente de los otros dos casos, en los que sigue existiendo la misma relación del caudal del río con los datos climatológicos. El círculo se cierra y queda en evidencia la influencia decisiva de las extracciones en el caudal del río Ega.

Desde el año 98 la modelización de caudales hídricos de la cuenca no se ha actualizado; la recogida de datos de las estaciones de aforo es voluntarista; no se ha  realizado ningún estudio oficial y ningún responsable político se ha ocupado del cumplimiento de la “Directiva Marco del Agua” en la cuenca del Ega. Al mismo tiempo, la Mancomunidad de Montejurra plantea la extracción del triple de volumen que en la actualidad para el abastecimiento de pueblos ubicados más allá. La legalidad de las extracciones actuales y futuras excedería el contenido de este artículo…

Esta es la lamentable historia de la política hidráulica en la cuenca del Ega durante los últimos años; las decisiones no se apoyan en un conocimiento de base y no existe un seguimiento de las mismas en el tiempo. Hay demasiada prisa en “crecer” en litros y en volumen… de negocio, y falta la necesaria reflexión.

El crecimiento está ya chocando con los límites del planeta. Nos lo dicen los datos globales macroeconómicos y nos lo repiten a escala local esas 400 personas reunidas en Murieta la pasada semana; el aumento de la explotación de las aguas de la cuenca ha traspasado ya el límite del equilibrio hídrico.

Por una cuenca del Ega en equilibrio…

¡Salvemos el Ega!
Ega zain dezagun!