Esta semana el Diputado Imanol Pradales, ha presentado la recuperación de la cantera del Peñascal, que ha sido rellenada con las excavaciones de la Variante Sur Metropolitana, más conocida por Supersur y revegetada con árboles y arbustos para crear un robledal. Esta acción el Sr. Pradales la considera un buen ejemplo de medida innovadora, «verde», y de economía circular.

 

Para la Plataforma contra la Ampliación de la Supersur, son el tipo de declaraciones que habitualmente realiza la Diputación Foral de Bizkaia cuando se habla de la Supersur, intentando limitar el impacto de la obra para pintar de verde e innovadora su política de movilidad.

La responsabilidad de impulsar una movilidad basada en el uso del coche privado y en las grandes infraestructuras asumiendo el impacto producido en el medio, es del Gobierno Vasco y de la Diputación Foral de Bizkaia.

Por otro lado, el estudio de impacto ambiental para el tramo Peñascal – Venta Alta, reconoce los importantes valores naturales y la gran biodiversidad del valle del Bolintxu y su entorno, por lo que obliga a seguir una serie de medidas, técnicas y formas de actuación para minimizar el impacto que provoca esta infraestructura. Para la Plataforma, es obligación de la Diputación garantizar su cumplimiento, por lo que cuando comunican acciones que se van a realizar, únicamente están cumpliendo con su obligación y las normas aprobadas.

Respecto a la cantera del Peñascal, se dejó de explotar a finales de los 90, aunque por ley tendría que haber sido recuperada por la empresa, pero en vez de exigírselo, desde el Ayuntamiento se convocó un concurso para su recuperación. En el año 2002 se aprobó la propuesta, que nunca se llegó a realizar, que recogía una serie de zonas recreativas junto a un museo abierto de escultura.

Cuando en el 2006 se aprobó la construcción de la Supersur, la Diputación dio permiso para utilizar la cantera como depósito de residuos inertes. Finalmente, ha sido utilizada para depositar los materiales extraídos en la construcción de las fases Ia y Ib de la Supersur, ya que por su cercanía era a nivel de tiempo y costes una buena opción. Para la Plataforma no es un ejemplo de economía circular, y además, no se han reciclado las rocas extraídas al monte, que seguirán siendo cemento en alguna carretera.

Ahora se ha terminado el relleno y se ha dado el último paso en la recuperación de la cantera, que como es habitual en estos casos, ha sido la repoblación con árboles y arbustos autóctonos. En este caso, la especie dominante es el roble, con arbustos asociados al mismo. La utilización de semillas de la zona es adecuada y, además, es una medida recogida en el Plan Especial del Monte Pagasarri (2008). Una vez hecho el relleno, la plantación facilita la recuperación de esta zona, que es responsabilidad de las instituciones y, en este caso, aunque no se le haya exigido, de la empresa que explotó la cantera.

Imagen: Cantera de Peñaskal. Fte. Mendikat.net