Día sin compra: Consumir menos para ser más felices

Con motivo de la celebración del Día sin Compras, Sagarak- E.Martxan ha realizado una campaña con la que invita a reflexionar sobre el consumismo.
Lanzamos la pregunta ‘¿Consumimos felicidad?’ para reflexionar sobre aquellos elementos que realmente aportan bienestar a las personas.

Un año más, Sagarrak Ekologistak Martxan nos sumamos al Día Sin Compras, una jornada de huelga simbólica de consumidoras y consumidores que se organiza a nivel internacional en contraposición al Viernes Negro (Black Friday) y el Ciber Monday. Con esta acción pretendemos denunciar los impactos sociales y ambientales del consumismo, la organización ecologistas ha señalado al consumo compulsivo como un factor de infelicidad humana y ha invitado a construir alternativas de consumo transformador que nos pueden ayudar a ser más felices.

El Día sin Compras como alternativa al Black Friday

Desde hace veinticinco años, cada último viernes de noviembre se celebra a nivel internacional el Día sin Compras. Este día, coincidiendo con el Viernes Negro, cuestiona el actual modelo de producción y consumo que mercantiliza todas las esferas de nuestra vida.
El Viernes Negro se trata de una de las jornadas más consumistas en Estados Unidos y coincide con el día posterior al Día de Acción de Gracias, fecha en la que se lanzan ofertas para incentivar las compras y disparar la campaña navideña. En los últimos años, las cadenas comerciales españolas se han sumado a las promociones especiales, acompañadas de grandes campañas publicitarias.
Sagarrak -Ekologistak Martxan recuerda que esta publicidad, a lo largo del año, no hace sino crearnos falsas necesidades que nos hacen acumular objetos y experiencias de manera compulsiva, pero que a medio y largo plazo no nos aportan bienestar. Se trata, de una satisfacción inmediata y una insatisfacción crónica que mantienen la rueda del consumismo, haciendo que nada nos parezca suficiente.
Asimismo, el Día sin Compras critica un modelo de producción y consumo a la medida de las grandes empresas y de sus objetivos de maximización de beneficios. Un modelo en el que la mayor parte de los productos se fabrican en lugares cuyas personas no podrán disfrutar de ellos, y que trabajan en condiciones de semiesclavitud. Miles de kilómetros de injusticia social con grandes impactos
medioambientales llegan en forma de oferta en el Viernes Negro..
Frente a este esquema, Sagarrak-Ekologistak Martxan propone un cambio de modelo, basado en un consumo transformador y responsable con la sostenibilidad socioambiental y el reparto equitativo de la riqueza. Un modelo que también priorice la construcción colectiva, las relaciones comunitarias, la solidaridad y el apoyo mutuo. Algunos ejemplos para llevarlo a cabo: grupos de consumo, huertos colectivos o bancos de tiempo, que contribuyen a cultivar satisfacciones a medio y largo y plazo, así como a fortalecer relaciones y lazos comunitarios en nuestro entorno.

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