Celebramos el 40 aniversario de la comparsa Bizizaleak

«Hace cuarenta años en Bilbao no había fiesta”, sentencia Javi Vázquez, más conocido como Nene, que lleva en Bizizaleak desde la primera edición de Aste Nagusia. La comparsa, asociada a Ekologistak Martxan, siempre ha pretendido divertirse todo lo posible durante las fiestas, pero siendo conscientes de que hay que respetar el medio ambiente y las personas.

La comparsa nació ligada a los Comités Antinucleares y han destacado por su horizontalidad organizativa. No poseen una jerarquía destacada, sino que cada miembro aporta como puede. Zaloa Aras es actualmente secretaria de Bizizaleak, aunque el cargo, que le ha sido otorgado por sorteo, es una mera formalidad. Pese a todo, sí existe una comisión que se encarga de organizar los eventos que impulsa la comparsa durante todo el año. Zaloa pertenece a una generación más joven que se ha ocupado de coger el testigo de los comparseros más veteranos. “Las fiestas son del pueblo para el pueblo”, destaca y añade que “unas fiestas sin comparsas no serían fiestas”.

El asamblearismo, y el cuidado de la salud y el medio siempre ha sido parte de su esencia. Durante los primeros dos años los integrantes decidieron que no se iba a vender alcohol en la txosna, exceptuando la sidra. “Era lo que había decidido en ese momento la asamblea y una forma de disfrutar la fiesta de manera distinta, respetando la salud”, explica Javi. Según comenta, en Bizizaleak también ha predominado el uso de productos naturales: “Hacíamos yogures naturales cuando nadie los vendía y teníamos sandwiches vegetales en la barra de picoteo”.

Los controles de seguridad han sido determinantes a la hora de apreciar la evolución de Aste Nagusia. Sin ir más lejos, los primeros años “el kalimotxo se hacía en un bidón y se mezclaba vino y Coca-cola, exagerando y en tono de broma, se te podía caer una zapatilla dentro”.

Ambos integrantes de Bizizaleak se muestran muy orgullosos de su aportación para la reducción de residuos durante las fiestas, destacando el uso del vaso de plástico reutilizable. “Los vasos que se utilizan hoy en día los impulsó Bizizaleak, se lo propusimos a Bilboko Konpartsak y se implementó”, comenta Zaloa. Javi asegura que se debe a que siempre se han “preocupado por el volumen de residuos que se generan en Aste Nagusia. Nos parecía horrible que hubiese tanto desecho de plástico”. Aunque les satisface que la cantidad se haya reducido, pretenden seguir dando pasos de cara a unas fiestas populares que no generen residuos. Con este objetivo, tienen la intención de poner un váter seco en su txosna durante la próxima edición.

Además de los vasos reutilizables, Bizizaleak también fue pionero organizando turnos por las mañanas. Vázquez narra que empezaron por casualidad. “Las txosnas en Bilbao son abiertas, no es como en otros sitios que las cierras y te puedes ir. Tienen actividad 24 horas, ya sea limpiando o haciendo mantenimiento”. Por este motivo, viendo que los curiosos que transitaban por las mañanas y los primeros turistas que pasaban por Bilbao se acercaban y querían tomar algo, pensaron que “se podía organizar un turno txikitero o de vermut”. Pese a que empezó “un poco a lo tonto”, se siguió haciendo. A día de hoy, “se genera un buen ambiente y existe una vida mañanera”, incluso “los oficinistas en vez de tomar el café, bajan a las txosnas durante el descanso”.

En el campo ideológico, una de las cuestiones que más destaca Zaloa es cómo cada comparsa consigue sensibilizar sobre una causa concreta a las demás, ya que “todos tenemos las mismas luchas, aunque nos inclinemos más hacia una determinada”. Así, van “dando pasos por todos”. Del mismo modo, anima a las personas más jóvenes a que se acerquen al recinto festivo durante las mañanas. Cada día se organizan actividades para todos los públicos y “cuando descubres el día de Aste Nagusia, engancha”.

RÍA ARRIBA

La principal actividad que organiza Bizizaleak es una subida por el Nervión en un gasolino durante el último viernes de fiestas. “Cogemos a Marijaia, la llevamos a Santurtzi en el metro, salimos a El Abra y volvemos hacia El Arenal”, cuenta Javi. Durante el recorrido “se va explicando la evolución histórica de los dos márgenes de la Ría, cómo en algunos lugares el estatus va variando a lo largo de la misma. Además, se analiza el desarrollo ligándolo a una aproximación medioambiental”.

A pesar de que se muestran menos preocupados que otros comparseros por la forma de fiesta que reproduce la juventud. Para Aras es importante que la ciudadanía comprenda que “el dinero que te gastas en unos litros, en vez de estar destinado a un supermercado, estará dirigido a una causa, a diferentes movimientos”. Y que, al tratarse de organizaciones sin ánimo de lucro, parte de lo recaudado estará destinado a la celebración de las fiestas del año siguiente. Porque “las fiestas alimentan las propias fiestas”.

Artículo de Iñaki García, DEIA.

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