Las batidas no son eficaces para controlar las poblaciones de jabalíes y corzos

  • Las batidas de jabalíes, interrumpidas tras el fallecimiento  en 2023 de una mujer en Deba a causa de una bala perdida, se reanudan tras un acuerdo entre la Diputación de Gipuzkoa y la federación de caza 
  • La organización ecologista no son una herramienta eficaz para la correcta gestión de las poblaciones silvestres

 

Ante el acuerdo para retomar las batidas de jabalí y corzo entre la Diputación de Gipuzkoa y la Federación de Caza, Ekologistak Martxan de Gipuzkoa advierte que la actividad cinegética es manifiestamente incapaz de realizar un control técnico de poblaciones de jabalíes y corzos y que, como se ha comprobado en múltiples ocasiones, esta actividad suele provocar accidentes, algunos de gran gravedad como el producido en Deba en diciembre de 2023 que ocasionó la muerte de una vecina en su domicilio.

Los intentos de controlar las poblaciones de jabalíes y corzos mediante la realización de batidas se viene repitiendo en diversos territorios desde hace muchos años, pero el resultado ha demostrado que estas poblaciones cinegéticas, no solo no se han reducido, sino que incluso se han incrementando. La caza no es una actividad basada en criterios técnicos, es una actividad de tiempo libre, y los cazadores carecen de la formación adecuada para gestionar técnicamente poblaciones silvestres.

De hecho, la realización de estas batidas en ocasiones producen el efecto contrario, ya que al perseguir a estas especies en el medio natural los jabalís en muchas ocasiones se desplazan hacia las inmediaciones de algunas zonas urbanas donde encuentran acceso fácil a desechos orgánicos generados por el ser humano, a lo que se suma la ausencia de predadores naturales.

Ekologistak Martxan denuncia que la nueva autorización, aunque incluye algunas mejoras como la elaboración de mapas digitalizados más detallados de los espacios a batir, así como una mayor distancia a los núcleos urbanos, favorecerá que se vuelvan a producir accidentes, poniendo en riesgos a los vecinos, a los usuarios de la zona y a los propios cazadores que pueden resultar heridos o muertos. Lamentablemente los accidentes de caza son relativamente frecuentes por las insuficientes medidas de seguridad que se adoptan. Con este acuerdo la Diputación de Gipuzkoa se hace responsable de los posibles accidentes y de sus consecuencias.

Respecto a la utilización de cajas trampa en  las inmediaciones de zonas urbanas, Ekologistak Martxan recuerda que éste es un método de caza no selectivo, pudiendo capturar a ejemplares de otras especies, incluso de especies protegidas, además de conllevar riesgos para las personas que viven o visitan esos núcleos urbanos. En cuanto a la señalización cabe recordar que siendo positiva la adecuada señalización de las batidas, no es la ciudadanía quien utiliza las armas de fuego. Deben ser los cazadores y la diputación quienes deben asegurar que no se produzcan accidentes de caza.

La Diputación de Gipuzkoa, que no debería haber cedido a las presiones del sector cinegético, debería ejercer sus competencias, elaborando censos y estudios serios sobre las poblaciones de jabalís y corzos, estudiando y adoptando medidas eficaces y seguras para todos los habitantes o usuarios de dichas zonas, y legislando para eliminar o reducir las diferentes causas que pueden provocar un excesivo incremento de estas poblaciones, como por ejemplo reducir el acceso de jabalís a las fuentes de alimentación antrópica.

  • Twitter
  • Facebook