«Mientras el país se alza para defender las pensiones, nosotros iremos en paralelo a defender el agua».
- Ecologistas en Acción muestra su solidaridad con el movimiento ecologista francés Les Soulèvements de la Terre y con todos los colectivos y movimientos que, a través de la desobediencia civil, señalan a los responsables de la inacción climática.
- La organización ecologista denuncia la escalada de criminalización del movimiento ecologista y recuerda que esta semana comienza el proceso judicial contra 15 activistas de Rebelión Científica, detenidas por manchar las escalinatas del Congreso de los Diputados en Madrid.
El Ministerio del Interior francés ha ordenado la disolución de Les Soulèvements de la Terre, uno de los movimientos ecologistas más importantes de Francia. Este hecho se produce tras las protestas del pasado fin de semana en Sainte-Soline, convocadas por la Confédération Paysanne (sindicato campesino), Bassines Non Merci (colectivo local), Soulèvements de la Terre (red ecologista autónoma) y más de 100 asociaciones y sindicatos más, que mostraron su apoyo a las movilizaciones que denuncian los múltiples proyectos de mega balsas de riego previstas en todo el territorio francés.
Durante las protestas, secundadas por más de 30.000 personas según las organizaciones convocantes, se intentó ocupar un embalse agrícola para denunciar la privatización del agua para uso agroindustrial. Tras una respuesta policial desproporcionada, el movimiento ecologista y los sindicatos denunciaron más de 200 manifestantes heridos, 40 de ellos de gravedad, como consecuencia de los enfrentamientos con la policía. El herido más grave, un hombre de 30 años que participó en la protesta ecologista, se encuentra en estado crítico y se debate entre la vida y la muerte, según ha informado la fiscalía.
Mientras, el ministro de Interior, Gerard Darmanim, ha expresado su “apoyo total a la Policía” tras las protestas. Las manifestaciones en la zona, vinculadas con la defensa del territorio y del agua, se dan apenas un mes después de que el Gobierno francés emplazara a adoptar de inmediato restricciones al consumo de agua.
Los proyectos relacionados con las balsas de agua, como la propuesta en Sainte-Soline, se construyen fundamentalmente para regar cultivos intensivos en agua como el maíz. Cultivos que además se destinan a la fabricación de piensos para la ganadería industrial, un modelo insostenible, más en el contexto de crisis climática cada vez más grave.
Por todo ello, Ecologistas en Acción muestra su apoyo y solidaridad con las organizaciones ecologistas francesas y exige el fin de su represión y criminalización. Alba González de la Cruz, portavoz de la organización, ha declarado: “La sociedad civil está ejerciendo su derecho legítimo a exigir una transición ecológica justa frente a la emergencia climática. El intento de disolver y perseguir al movimiento ecologista no frenará a las personas defensoras del territorio, ni en Francia ni en el Estado español”.
Asimismo, Ecologistas en Acción denuncia la escalada de criminalización también en el Estado español y recuerda que esta semana comienza el proceso judicial contra 15 activistas de Rebelión Científica, detenidas por manchar las escalinatas del Congreso de los Diputados en Madrid. “Nos sumamos a las muestras de apoyo a las personas encausadas. Encarcelar a científicas y científicos no frenará el calentamiento climático y atenta contra nuestros derechos”, concluye González de la Cruz.