El ser humano es el único animal capaz de alterar el medio natural a escala global. Ejemplos, por desgracia, sobran repartidos por todo el mundo. Y no hay que irse lejos para encontrar alguno.
Como denuncia Ekologistak Martxan Bizkaia, en el corazón de la provincia, entre Lemoa y Bedia, una cantera ha ido carcomiendo la vertiente norte del monte Apario hasta alcanzar su cresta y devorarla, sin que nada ni nadie le haya puesto remedio.
Y el Apario no es precisamente una loma anónima. Su cresterío calizo albergaba la mancha de encinar cantábrico más importante (y ya casi la única que quedaba) entre la sierra de Mandoia (Zeberio), y el valle del Ibaizabal, un espacio natural profundamente alterado por el hombre, que ha arrasado con las especies autóctonas encina, haya, roble… para sustituirlas por pino insignis.
Ahora, todavía nos queda una zona con encinar…hasta cuando?