La desobediencia civil y la protesta no pueden ser criminalizadas
La desobediencia civil mediante acciones directas, pacíficas y no violentas, es una parte fundamental de los principios ideológicos de Ekologistak Martxan Euskal Herria. La desobediencia civil ha sido y es una herramienta fundamental para conseguir derechos ambientales, laborales y sociales para convivir en un mundo más justo e igualitario. Es por ello que, desde Ekologistak Martxan Euskal Herria, consideramos que la sentencia del Tribunal Supremo contra líderes políticos y sociales de Cataluña, es un atropello a la democracia y una inaceptable criminalización de la protesta.
Esta sentencia se enmarca dentro de una semana de resoluciones judiciales que marcarán un antes y un después en Euskal Herria, en el resto del Estado y de gran repercusión a nivel internacional. La semana arrancó con la sentencia del Tribunal Supremo del caso Altsasu para culminarla con la sentencia del Procés.
A pesar de vender la sentencia del caso Altsasu como una reducción de condenas, esta no hace más que dar continuidad a la injusticia con peticiones de cárcel que llegan hasta los 9 años y medio. Este dictamen del Tribunal Supremo confirma el despropósito de este montaje mediático, político y judicial y se reafirma en perpetuar el relato y el guión del montaje del caso Altsasu.
La sentencia del Procés, además de saltarse el principio de proporcionalidad al condenar a años de cárcel a personas que han organizado un referéndum, supone un aviso a navegantes. Pretende ser ejemplarizante reiterándose en la criminalización de derechos fundamentales y las consecuencias que puede llegar a tener el ejercicio de la desobediencia civil o la protesta. En este caso, la cárcel.
Ambas sentencias, entre otras muchas, no dejan de ser la prueba más concluyente de la crisis e involución democrática que se está viviendo en el Estado español. Para Ekologistak Martxan Euskal Herria, los niveles calidad democrática vienen marcados, fundamentalmente, por la capacidad de resolución de las discrepancias por la vía del diálogo y la no-violencia junto con la participación de toda la sociedad.
La sentencia condenatoria contra lideres sociales y políticos catalanes ha abierto una gran puerta a la criminalización de los derechos fundamentales como el derecho de manifestación, el de reunión, la libertad de expresión o el de voto. Es inaceptable. El ejercicio de derechos fundamentales nunca puede convertirse en decreto y su ejercicio debe estar protegido por los poderes públicos.
Ekologistak Martxan Euskal Herria quiere recordar que nos encontramos en un momento de emergencia ecológica en el que detener la pérdida de biodiversidad, mitigar y adaptarse al cambio climático y reducir la inequidad social es prioritario. En este contexto, una sociedad civil unida y dispuesta a desobedecer las normas que nos han llevado a esta situación y exigir medidas reales contra esta situación de emergencia, es necesaria.