Ekologistak Martxan se solidariza con el pueblo represaliado Hondureño que tras el fraude electoral del 26 noviembre vive otra escalada de represión. En esta ocasión son de nuevos nuestros compañeros y amigos Martín Fernández y otros miembros del MADJ quienes han sido acorralados por la policía y el ejército y de nuevo amenazados de muerte, mientras que Wilmer Paredes de la misma organización fue asesinado el 1 de enero. Edwin Espinal del COPINH quien ha sido detenido.
Estas son organizaciones (COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), y a la Plataforma de Movimientos Sociales y Populares de Honduras (PMSPH) en el que se integran 50 organizaciones) con las que hemos trabajado durante estos años y que vienen siendo víctimas del mismo estado, que desde las elecciones del 26 de noviembre no acepta los resultados igual que ocurrió en el 2009 cuando depusieron al democráticamente electo Manuel Zelaya y como ocurriera en 2013 donde impusieron a Juan Orlando Hernández, el mismo impuesto ahora .
La represión se ha recrudecido, conforme no se aceptaban los resultados y las protestas del pueblo cobraban más fuerza. Tras el anunciado estado de emergencia ya son seis los muertos, muchos los heridos y cientos los detenidos. El pueblo hondureño, pese a esta larga secuencia de atropellos contra ellos y su democracia, sigue en pie, lo que es causa de admiración para todas nosotras.
A lo largo de la campaña electoral, se observaron irregularidades en el proceso, como por ejemplo la inscripción de partidos políticos ficticios, la falta de depuración del censo nacional electoral, o la ausencia de representación de los partidos políticos en el Tribunal Supremo Electoral (TSE). Fueron resultado de la no implementación por el Estado de Honduras de las recomendaciones emitidas por la Misión de Observación Electoral de la UE (MOE-UE) en 2013.
Denunciamos este nuevo intento por impedir el transcurso normal de la democracia en Honduras, que para nosotras no es otro intento más a los muchos desde antes de que se depusiera a Manuel Zelaya en el 2009 con el único fin de otorgar más poder a las oligarquías locales y al capital extranjero. Desde entonces se sucede el despojo de tierras y la implementación de proyectos destructivos y de alto impacto social como los hidroeléctricos, mineros y de plantaciones de palma africana.
Con este gobierno y antes de ocurrir los hechos que ahora denunciamos muchas otras personas han muerto también, siendo Berta Cáceres la que se ha convertido en un referente de la represión hondureña y latinoamericana. También su caso es un referente de la negativa continuada de ese estado a investigar y a castigar a sus autores como a los autores ideológicos de su asesinato. Nelson García y Lesbia Yaneth Urquía, también del COPINH, fueron asesinados después. Desde el 2010 han sido más de 120 los activistas muertos en Honduras. Muchos también los amenazados y atacado como nuestro compañero Martín Fernández de Movimiento Amplio.
En todo el mundo la gente está reaccionando a esta farsa y a esta injusticia. Aquí no seremos menos y emplazamos a las instituciones a que presionen al estado de Honduras a cumplir con la democracia y a no reconocer los resultados electorales hasta que existan garantías plenas del cumplimiento legal y democrático.